Desayuno delicioso
Estación cercana
Aparcamiento conveniente

Falta de atención
Poca variedad cena
Almohadas incómodas

El desayuno era delicioso con una variedad de opciones que hacía que cada mañana fuera un placer.

La limpieza del baño necesitaba mejorar, ya que no estaba a la altura de lo esperado.

Ubicación excelente cerca del Vaticano.

Proximidad a estación de tren, estacionamiento en el hotel, cerca de un mini mercado

La distancia del centro es un verdadero dolor de cabeza y complica cada salida!!! Los muebles en las habitaciones no han sido actualizados desde los años 90 y eso se nota!!! La conexión a internet es absolutamente miserable, lo que hace que trabajar desde la habitación sea casi imposible!!!

Fue una buena elección para una aventura de fin de semana en Roma con una excelente relación calidad-precio. El personal, aunque no hablaba mucho inglés, hizo todo lo posible para ayudarnos y estuvo siempre disponible. Llévate tu propio gel y toallas porque no proporcionan esas cosas básicas.

El hotel estaba muy bien cuidado y vintage.

Sin tonterías, aquí va la verdad

La distancia del centro es un verdadero dolor de cabeza, complicando cada salida. Las habitaciones se sienten anticuadas y la limpieza deja mucho que desear. Además, el servicio de internet es deficiente. No esperes lujos, pero sí algunos inconvenientes que afectan la experiencia global.

El desayuno era delicioso, con opciones saladas que nos encantaron! Además, la estación de tren estaba muy cerca, lo que facilitó el acceso a la ciudad. El personal fue súper amable y atento.

Nada de nada.

Ubicación excelente, a un pasito del Vaticano. Habitación amplia y amueblada con buen gusto. El desayuno delicioso, con opciones saladas que encantan. El personal muy buena onda. Ideal para descansar después de recorrer la ciudad.

Buena relación calidad-precio y un desayuno destacable

Durante mi estancia, me impresionó el desayuno, que incluía croissants recién horneados y una variedad de zumos naturales. La ubicación, aunque un poco alejada del centro, era conveniente gracias a la estación de tren cercana que facilitaba el acceso. Sin embargo, sería genial que ofrecieran más opciones para cenar en los alrededores, especialmente los días festivos.

La habitación es vintage y bien cuidada, está limpia y el baño también, aunque básico. La cama era cómoda y eso se agradece después de un día de turismo. Lo único un poco molesto fue que no había gel ni champú, así que hay que llevarse lo básico. Pero en general, estuvo correcto para lo que se paga.

La ubicación es muy conveniente, cerca del Vaticano y con fácil acceso al centro y al aeropuerto gracias a la estación de tren cercana. La habitación es vintage y bien cuidada, lo que le da un encanto especial. Sin embargo, la atención al cliente fue decepcionante. el personal no era atento y carecía de las comodidades básicas como gel y toallas en la habitación. El desayuno fue también un punto débil, con una oferta muy limitada y poco amable.